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Continuando con el texto de Bauman Modernidad Líquida, en el segundo subtema del primer cápitulo, las dudas y las preguntas continuan aflorando.

En este libro, o por lo menos hasta donde me encuentro en el momento, las preguntas sobre la libertad continuan llenando mi cabeza, ¿somos realmente libres? ¿qué nos hace ser libres?, ¿la libertad como tal realmente existe?

Bauman en su texto citando a Leo Strauss habla del problema que tiene la libertad, y como está no es realmente libertad y como siempre seguiremos regidos por las normas que nos marca la sociedad, esa sociedad que nos dice que sí somos libres, que tenemos el derecho a decidir, y es allí donde me pregunto decidir sobre qué, en países latinoamericanos donde estamos viviendo las nuevas estructuras donde el llamado «Socialismo del Siglo XXI» dice que tienes otras libertades que los gobiernos anteriores no te las ofrecián pero al fin y al cabo las estructuras básicas continuan siendo las mismas, donde aquel que no es gobiernista no tiene todos los derechos de decisión, o más simple el que en estos paises no tiene dinero no tiene una real opción de desición. Y la libertad de voto no es realmente aplicada ya que no existen buenos partidos en donde se pueda escoger y siempre se termina decidiendo de los males el menor.

Regresando al libro de Bauman continuamos con las nuevas formas de las estructuras sociales y como la modernidad líquida a cambiado algunos aspectos de ver a la sociedad, por lo menos ya no vivimos en un mundo donde las estructuras continúan siendo tan verticales, dado que en ciertos sectores este fenómeno se sigue dando, el panóotico como tal llegó a su fin, ahora ya no respondemos a un solo gran hermano que nos vigila si no a todo un grupo de grandes hermanos y hermanas (que son la propia sociedad que supuestamente nos ha hecho libres) a la que tenemos que rendir cuentas.

¿Entonces somos realmente libres?, según mi opinión no, no somos libres y nunca lo seremos porque vivimos dentro de una sociedad que nos hace ser parte de ella y al forma parte de esta nos encontramos enmarcados dentro de sus normas.

La necesidad de aprendizaje es constante y la idea de escribir y leer para volver a escribir nace y fluye cada vez que tengo un buen libro en mis manos. Continuar con ese círculo virtuoso es fantástico, escribir, leer, digerir y volver a escribir me alucina.

Pero hay libros que no pueden quedar simplemente en la lectura, sino que deben ser digeridos, pensados, repensados para poder disernirlos.

Esto me pasó con Modernidad Líquida de Zygmunth Bauman, libro que habla de la fluidez, liquiedez, maneabilidad en la que vivimos, en como ahora debe fluir la modernidad, la sociedad, los poderes y los pensares.

No deseo continuar con estas palabras sueltas sino basarme en el texto y en las muchas dudas que me saltan a la mente en la medida que lo voy leyendo. Esto en ningún caso será un texto de análisis, por lo contrario estará lleno de preguntas y cuestionamientos, según mi entendimiento.

Capítulo 1, Emancipación

El individuo que habita dentro de una sociedad, basada en normas, leyes y estándares de vida, busca constantemente su liberación, pero en la mayoría de los casos estas personas son libres, están en sus plenas facultades de moverse, decidir, hacer y deshacer. La libertad es rompar las ataduras. Es un poco de lo que se trata el primer subtema del texto de Bauman, de estas ataduras. Bauman inicia su texto citando a Herbert Macuse, quien hablá desde la recién terminada segunda guerra mundial y como las personas empezar a ver su renovada libertad y como esta libertad con el paso del tiempo es cada vez más un derecho humano.

Marcuse señala: «Y esto implica que nos enfrentemos a la liberación de una sociedad en donde la liberación no tiene el aparente sustento de las masas», en todo caso aquí viene un poco mi primera incuitud y es el hecho de hablar de masas, pienso que el término masas para hablar de una sociedad no es bien usado y menos de una sociedad libre, dado que al ser parte de una masa no tengas el derecho de expresar tús ideas y deseos, pero como individuo sí…

Las sociedades siguen buscando esa liberación de las ataduras modernas, el constante mercantilismo, la necesidad de consumo y en fin de esas nuevas ataduras que nos ofrece la modernidad y la globalización. Se debe tomar en cuenta que este deseo de liberación nace a raíz de la finalización de la segunda guerra mundial (tomando en cuenta que es el evento donde hubo más prisioneros en el último tiempo, recordando que aún existen países y personas que no son libres), donde salían prisioneros que al salir de su encierro deseaban ser «libres», pero es allí donde me pregunto ¿qué es ser libres?, no solo para aquellos que han salido de un confinamiento, sino para todos quienes hemos nacido «libres». Adelantandome un poco en el subtema «Las bendiciones a medias de la libertad» se habla de que si «la gente común» está lista para tener libertad, pero está libertad está basada y limitada en las normas, leyes, reglas que dicta la sociedad -lo que para mi es libertad, talvés para una mujer en el otro lado del mundo sería motivo de ser encarcelada- pero sin estas reglas y normas el humano sería más parecido a una bestia, según se menciona en el texto «El individuo se somete a la sociedad y esta sumisión es la condición de su liberación. Para el hombre, la liberación consiste en liberarse de las fuerzas físicas ciegas e irracionales; lo consigue oponiéndoles la enorme inteligente fuerza de la sociedad bajo cuya protección se ampara…»

Para David Conway «Depender de los propios recursos para satisfacer los propios deseos» no augura el tormento mental y la agonía de la indecisión, mientras que el peso de la responsabilidad sobre los propios hombros provoca un miedo paralizante al riesgo y al fracaso, y no da derecho a apelación ni resarcimiento. Este no puede ser el verdadero significado de la «libertad» la libertad dispone, significa todo eso, entonces no puede ser garantía de felicidad ni una meta por la que valga luchar»… La libertad es esa búsqueda de la felicidad, según él señala esa libertad no hará sino llevar a la desdicha de tener que decidir por uno mismo su destino. ¿Pero esono no es la libertad? ¿no está ahí la satisfacción de ser libres?…

Como siempre me pasa

Hace mucho tiempo que no ingresaba a mi blog, por un montón de razones que no son justificativo para dejar de escribir, para dejar de leer las maravillas que escriben mis amig@s, y sobre todo me he encontrado con comentarios muy interesantes.

Espero esta vez escribir con más constancia y no dejar tanto tiempo abandonado este espacio. Así que espero poder volver a tener la misma constancia que en un principio.